ILÓGICOS RESULTADOS
Más
que nunca se notó la servidumbre del voto electoral al miedo, a esos modos
endógenos que el sistema mantiene en el cauce ético de la normalidad- a pesar
de su denostada acritud- y que bien usan en su provecho aquellos más
necesitados de la obtención del poder y quienes más salvajemente lo defienden,
siguiendo la fabulación tópica de “el poder es nuestro” de la vieja escuela
conservadora. Convencido el votante de la pesadumbre futura con otras opciones
y de la estabilidad con estos, se limitó a acomodarse en la otra fabulación del
“más vale lo malo conocido” y se rindió en la urna dando por bueno el
pensamiento que aquellos le pusieron en el voto.
De
ahí salieron resultados ilógicos, porque no resolvían la problemática de estado
no pronosticaban cambios para la mejoranza ni siquiera servían para asegurar
los consensos. Han sido resultados también anodinos y fatuos, que no serán
capaces de traer encantos a esta vida
desencantada. Habrá pensado el presidente de los más votados que las urnas han
aprobado su gestión y han justificado sus corruptos dislates y ello le ha hecho
fortalecer su estímulo, su honra y su prurito personal. No es esa la lectura de
los resultados, el miedo obligó a votar paciencia y no conciencia, léalo así,
señor presidente.
Ramón
Llanes. 2 julio 2016
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