RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

martes, 21 de noviembre de 2017

ORÍGENES Y DENOMINACIÓN DE CALAÑAS

A continuación, se expondrán una serie de consideraciones, unas probadas y otras supuestas, pero ambas derivadas de hechos coetáneos o vestigios encontrados en zonas limítrofes a nuestro pueblo, donde hasta la fecha no ha podido realizarse un estudio sistemático que derivara en unas conclusiones más veraces que pudieran reforzar las teorías que se relatan.
Sin embargo éstas teorías pueden servirnos, con sobrados fundamentos, como bases incuestionables para exponer o debatir tanto sobre "los orígenes de Calañas" como de "su denominación".
ORÍGENES Y DENOMINACIÓN DEL LUGAR DE CALAÑAS
No podemos atestiguar sobre fecha concreta de cuando fue fundada Calañas, pero en varias ocasiones se han citado datos o narrado hechos relativos a la antigüedad de nuestro pueblo siendo objeto de una síntesis cronológica básica.
Según Romero Mantero en sus apuntes históricos, geográficos, económicos y sociales de la comunidad calañesa y su territorio, titulado A los pies del Morante, nos dice que parece bastante probable que el actual territorio calañés estuviese ocupado por comunidades prehistóricas, ya que está comprobado que así ocurrió en su entorno inmediato, teniendo más fundamento por la presencia de minerales para la elaboración del bronce.
Las fichas arqueológicas de la Provincia de Huelva, actualmente vigentes, definen un panorama en los términos municipales colindantes a Calañas que denotan unos asentamientos prehistóricos que no encontramos en el término municipal, simplemente por la ausencia de una investigación sistematizada del mismo en éste campo, lo que es probable afirmar que en Calañas también existían yacimientos aún por investigar. Entre los datos encontrados en su entorno citamos: necrópolis (Almonaster), sepulcros (Zalamea la Real), Cistas y Dólmenes (Valverde del Camino), poblados Edad del Bronce (Trigueros)..... Con éstos datos es probable admitir la existencia de yacimientos también en Calañas. No obstante, el Ingeniero Director de las Minas de Silos de Calañas en 1.870, Don Recaredo de Garay y Anduaga remite un escrito a Don José Amador de los Ríos, catedrático de número de la Academia de la Historia donde informa del descubrimiento y excavación de 25 sepulturas en cistas en el término de Calañas y que parecen corresponder al Bronce avanzado, así como un hacha de cobre en la
page2image14160
Fuente del Casarete (Calañas), un vaso sepulcral de barro en el Cabezo del Guijarro (Calañas), dos pateras funerarias de barro cocido (Calañas).
page3image1792 page3image1960 page3image2392 page3image2560
Según indica Estrabón (geógrafo e historiador griego), parece ser que toda esta zona serrana-occidental de la provincia y su inmediata meridional estuvo ocupada por un pueblo de origen céltico (Beturia Céltica) quedando más al sur uno de los pueblos tartésicos, los turdetanos.
La presencia romana es ya incuestionable por las muestras de utensilios mineros de aquella época que se han encontrado (en la mina de Sotiel Coronada se hallaron una serie tornillos hidráulicos en uno de los anchurones próximos al Pozo de San Juan que fueron reconocidos y descritos por Gonzalo y Tarín; una bomba de Ctesibio cuyo único ejemplar procede de la Mina de Sotiel, hallado en 1889 y explicado por Vitrubio y en el paraje Cabeza del Agua, en término de Calañas, se encontraron restos de una noria romana).
Tornillo de Arquímedes
page4image7408
page5image376
De la época árabe, tampoco se tienen noticias ciertas relativas a los posibles pobladores del término, pero ya aparece con mayor nitidez el Andévalo y el ámbito territorial de Niebla, como zona habitada especialmente en el tiempo de los conflictos de la Reconquista.
El lugar de Calañas fue habitado por fenicios, griegos, cartagineses y árabes. Fue conquistada a éstos por el Gran Maestre de la Orden de Santiago por el Capítulo de Mérida y al servicio de Alfonso X de Castilla, el portugués Don Pelayo Pérez Correa, que la puso bajo el patronato de aquella Orden.
El reino de Niebla no llegó a cumplir los veinte años. Surgió en 1.234 por elección de Xayb ben Mohammad ben Mafot, reconoció a los abasies en 1.243 y prestó ayuda a los musulmanes de Sevilla durante el cerco. Luego reconoció el vasallaje del rey de Castilla, pero en 1.262, Niebla se vio cercada y conquistada al fin por Alfonso X, quien expulsó a los moros de ella y la pobló de cristianos.
Los documentos que sirven como partida de nacimiento a Niebla son muy escasos. Desde 1.239, los castillos de Alhajar y Ayamonte estuvieron en poder de la Orden de
Santiago, pasando a Castilla a partir del acuerdo con Portugal de 1.253 y es posible que Alfonso X, en los años siguientes, asentara ya algunos pobladores, pero no sería hasta 1.262 cuando tuvo lugar la verdadera repoblación y organización, después de la conquista del reino de Niebla.
En 1248, Fernando III toma Sevilla y cinco años después el Rey Sabio fija el alfoz de la ciudad. Era tan extenso que sus límites occidentales estaban en el Guadiana y, por el Norte, se extendían hasta el Ardila. Comprendía Cortegana, Almonaster, Zufre, Aracena, Aroche, Sotiel, Tejada y El Cerro. El documento no nombra, lógicamente, ni a Zalamea ni a Calañas, entonces simples lugares. Ni tampoco a Facanías, una venta en un cruce de caminos. Sin embargo, la mención de Sotiel revela la importancia del cenobio como santuario mariano ya en aquellas épocas. Se deduce que, siendo pioneros en la reconquista del suroccidente peninsular los portugueses, toda la comarca que cruza el curso medio del Odiel estuvo sometida a constantes incursiones bélicas de uno y otro bando pues los límites aún no estaban definidos.
Una vez finalizada por Alfonso X el Sabio la conquista del sudoeste español, se seleccionaron como cabeceras de comarca, cuatro poblaciones de la provincia de Huelva: Ayamonte, Gibraleón, Huelva y Niebla.
En 1.251 ya aparecen en los documentos – por primera vez – de lo que se conoce hasta el presente, nombres de los lugares del territorio. En el documento de concesión a Sevilla – por parte de Fernando III – del Fuero de Toledo, se citan, entre los territorios donados a la ciudad de Sevilla, El Andévalo y Sotiel.
En 1.262, Alfonso X, dio a la villa Carta Puebla (documento en que un soberano fija las condiciones a que han de sujetarse los habitantes de un lugar, sobre todo para favorecer su repoblación) y el título de Muy Leal, privilegio confirmado más tarde por Enrique II cuando se crea el Condado de Niebla. Estos datos aparecen en copias de documentos que se conservan en el Archivo General de Simancas, Sección de Hacienda.
El antiguo reino almohade de Niebla queda organizado como Concejo, a la vez que el territorio se deslindaba, comprendiendo las poblaciones de: Trigueros, Beas, Rociana, Villarrasa, Bonares, Lucena, Alájar y el Campo de Andévalo, extensa comarca que comprendía los municipios de Alosno, Puebla de Guzmán, Paymogo, El Almendro, Villanueva de las Cruces, Cabezas Rubias, Santa Bárbara y Calañas (tierras comuneras del Condado)(Julio González 1.947. Repartimiento de Sevilla).
Argumentos de Don Rodrigo Amador de los Ríos admirado por la proporción magnífica del templo de Calañas, publicados en la Revista de la Hermandad de la Virgen de la Coronada de 2006 por Don Rodrigo Tejada Romero en relación con la antigüedad de Calañas, entre otras cosas dice:
" La única memoria, pero memoria interesante, que sorprenda en aquella iglesia suntuosa, aparece oculta casi, y pintarrajeada en el ángulo derecho interior de la puerta meridional de la Epístola. Es un capitel visigodo de gran tamaño, vaciado, que hace oficio de pila para el agua bendita, y cuyas labores estragadas desfigura más la pintura que la cubre. Hallado probablemente en la misma iglesia, con ocasión quizás de la reconstrucción o reforma del edificio en el siglo XVII, testimonia de la presencia de los visigodos en Calañas, y acaso figuró en el templo que convirtieron los musulmanes en mezquita".
¿ Fue desde sus orígenes Calañas el nombre del pueblo o tuvo otra denominación?
Las siguientes consideraciones han sido extraídas de un artículo publicado en la Revista de Feria de 1.993 y cuyo autor es Don Antonio Ramírez Borrero, que como él mismo dice, es una teoría que el lector puede o no compartir.
Según expresa el Diccionario Filológico de Corominas, el topónimo Calañas, supone hoy por hoy un enigma lingüístico.
Al haber encontrado en el legajo 138 (Interrogatorio de Calañas de 1770) del Archivo Municipal de Calañas, la siguiente referencia:
“La población de éste lugar alcanza a setecientos vecinos de todas las clases, se llama Calañas, corrompido, según dicen, porque su verdadero nombre y primitivo nombre fue Cavañas (sic), tomando la etimología de las muchas casas y montes que había en su término y limitación, para posteros y apriscos de los ganados, pero en el archivo no se encuentra semejante denominación y en todos los instrumentos se intitula Calañas”.
page8image8880
page9image264
El autor del anterior texto, apoyándose en la tradición, establece las siguientes consideraciones:
1o Que el término se llama Calañas, pero que “su verdadero y primitivo nombre fue Cabañas (escrito con uve por un error ortográfico del escribano).
2o Que el topónimo calañas es un término corrompido, esto es, un vocablo cuyo significante ha sufrido una alteración en el transcurso del tiempo.
3o Que en el Archivo Municipal de la villa no se halla ningún documento que acredite que el primitivo nombre del lugar fuese “Cabañas”
Una vez expuestas éstas afirmaciones del escribano de Calañas de 1.770, el autor del artículo hace un análisis sobre como pudo evolucionar el vocablo anterior hasta el de ahora: Calañas.
- El término Cabañas, se corrompió debido a la transformación que en su origen sufrió el vocablo por medio del uso de la escritura procesal, pudiendo ocurrir lo siguiente:
Los primeros textos documentales sobre el lugar de Calañas se encuentran en el Archivo de la Casa Ducal de Medina Sidonia, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), a cuya jurisdicción perteneció Calañas en 1.369. Gran parte de esa documentación se halla escrita en letra cortesana y procesal, cuyos caracteres presentan una cursividad acentuada, tendiendo a la deformación de las grafías.
Podríamos apuntar que la alteración que experimentó el vocablo se produjo probablemente porque la grafía “b”, intervocálica de la palabra, debido a la escritura procesal, se deformó ampliamente, y se confundió con la letra “ele”. Si como afirma Menéndez Pidal en su Gramática de la Historia, es imposible que el fonema “b” evolucione fonéticamente al fonema “ele”, dicho paso pudo haberse efectuado en el campo de la escritura, debido a un error constante practicado posiblemente por los primeros escribanos del Condado de Niebla o por el de otras instituciones, primero en la escritura del término y después en la lectura del mismo.
Poco a poco el término Cabañas, cuya deformación debió iniciarse en el siglo XV, se fue olvidando en el transcurso del tiempo, prevaleciendo sobre el anterior, el “corrompido” Calañas, que se consolidaría en las primeras décadas del siglo XVI.
Tal vez podamos esclarecer la duda real que se plantea sobre los orígenes del nombre de nuestro pueblo, si algún día podemos visitar el citado archivo Ducal de Medina Sidonia y revisar la documentación correspondiente a los siglos XIV y XV donde con toda probabilidad aparezca el término “Cabañas” en la mayoría de los documentos de la época para designar a la moderna localidad de Calañas.
El autor del libro, "Calañas, un trozo de Andévalo", Cristóbal LLanes, ha estado investigando sobre la certeza o no de alguna de las hipótesis expuestas anteriormente sobre los orígenes del nombre de nuestro pueblo, siendo ayudado en las mismas por el Catedrático de Historia Moderna Don Francisco Núñez Roldán, habiendo conseguido los datos que a continuación se relatan:
- Del Tomo I (Edición Paleográfica) años 1.474-1.477 del TUMBO DE LOS REYES CATÓLICOS DEL CONCEJO DE SEVILLA (Edición de la Universidad Hispalense dirigida por Don R. Carande y por J. de M. Carriazo): Página 150. Carta del Pedido et doze monedas, fechada en 29 de abril de 1.476.
Página 156. Se relata lo siguiente:
page11image11528 page11image11696 page11image11864
a vos la villa de niebla e la torrecilla e fanacias e cabannas e arcaría de juan péres e vegas e veas e trigueros e luçena e el portezuelo e Rociana e naubreras e callejón sus lugares . dosientas e siete mill e cuarenta mrs.”
- Del Tomo II (Edición Paleográfica) años 1.477-1.479 del TUMBO DE LOS REYES CATÓLICOS DEL CONCEJO DE SEVILLA (Edición de la Universidad Hispalense dirigida por Don R. Carande y por J. de M. Carriazo): Página 9. Carta sobre lo segundo del 2o Pedido , fechada en 10 de marzo de 1.477.
page12image5424 page12image7272
Página 12. Se relata lo siguiente:
“ a vos el conçejo de la villa de Niebla e La Torrecilla e Faramia e Cabañas e Alcaria de Juan Peres e Vegas e Veas e Trigueros e lucena, ocho, e El Portezuelo e Roançete, e Nabares e Callejón, sus lugares, sesenta e nueve mill e tres maravedíes.”
page12image14088
Página 170. Se relata lo siguiente:
Página 173. Se relata lo siguiente:
Estos documentos presentados anteriormente se encuentran archivados en la Biblioteca del Rectorado de Sevilla. De los mismos se han hecho fotocopias que se encuentran en poder del autor de la investigación. Podemos concluir apuntando sobre la veracidad de la teoría expuesta por Don Antonio Ramírez Borrero y que se expone al principio de éste título.
Otras consideraciones sobre el origen del nombre de nuestro pueblo han sido publicadas en la Revista de la Hermandad de Ntra. Sra. la Virgen de la Coronada de 2006 y su autor es don Rodrigo Tejada Romero, y que como muy bien dice prefiere la opinión fundamentada de los eruditos, máxima que respetamos:
- En la Biblioteca de la Catedral de Santiago de Compostela se puede admirar un antiguo atlas abierto por la comarca del Andévalo y en el centro de cuyo mapa se encuentra "Calannas", manera de escribir la letra "eñe" a comienzos del siglo XIII y que derivaría en la actual "ñ".
page13image9328 page13image13992
- Don Rodrigo Amador de los Ríos, en su libro "Catálogo de los Monumentos Históricos y Artísticos de la Provincia de Huelva" nos habla tanto de la antigüedad de Calañas como de la procedencia de su nombre. En relación a la procedencia del nombre, se argumenta de la siguiente manera: "Calañas es centro importante minero, casi en del territorio de la Provincia está situada la villa de ése nombre, que parece en su primera parte de formación arábiga (
Calaâ) con relación a los restos de fortificaciones que aún subsisten en elevada altura al SO., sin duda alguna".
page14image5440
BIBLIOGRAFÍA.-
LLANES BAQUERO, CRISTÓBAL. Calañas un trozo de Andévalo. ROMERO MANTERO, ANDRÉS BRUNO. A los pies del Morante. TEJADA ROMERO, RODRIGO. Artículo Revista Virgen
FUENTES CONSULTADAS.-
- A los pies del Morante
- Calañas un trozo de Andévalo
- Revistas de la Hermandad de la Virgen de la Coronada - Revistas de Feria del Ayuntamiento de Calañas

- Tumbo de los Reyes Católicos.

TÍTULO:
" Orígenes y denominación del lugar de Calañas" AUTOR:
Cristóbal Llanes Baquero
DIRECCIÓN:
Calle Don José Troyano núm. 26. CALAÑAS CORREO ELECTRÓNICO: crllanes@gmail.com
TELÉFONO DE CONTACTO:
625524535 o 954621621

SISTEMA OPERATIVO DE 64 bits. Procesador x64. WINDOWS 10 PROGRAMA UTILIZADO: Microsoft Office Word 2007 

No hay comentarios:

Publicar un comentario