RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

viernes, 17 de noviembre de 2017

VOLVER

VOLVER.

Volví de la poesía como una niña
con sus zapatos nuevos.

Lucia bella, la paz, en mi solapa,
tanto que tardé un rato en desvestirme.

La paz la llevaba también en mi equipaje
como parte del trato.

Yo volvía del poema..., de la sierra,
del valle, de la nube que arriba me secuestra
cuando llueven palabras…,

y me sentí poema por un segundo,
el horizonte de agua me propuso
la palabra perfecta,
y con la paz pretendida en los bolsillos
me abrí en canal ante las frases,
como una granada madura, para hacerme con ella.

Me pinté de poemas las uñas
me regué de su origen,
y la paz surgió de mi costado,
y escaló hasta mi labios,
y se meció en mis dientes
e hizo nido en mi lengua,
y desde ella a mis dedos y al papel.
Después la tinta se expandió por el aire,
fue todo como un cuento
cuando la paz se fraguó a mi ventaja.

Hoy la llevo en mi pelo,
y en mis ojos, me he pintado con ella,
la llevo en mi pañuelo para abrigarme un poco.
la llevo en mis zapatos para mi pisar firme,
y en mi cautela para que no se me note mucho.

Quiero con la paz llegar a un compromiso:
yo le canto y ella,
como la diosa madre de las cosas,
me dona la sensación extraordinaria
de que es,
está,
existe,
y gobierna en todos los árboles del mundo.

Y después,
después todos los frutos serán blancos,
todos sus parabienes y sus excelencias,
blancos todos los regalos y después…
después, nos concederá el privilegio
y la manzana
por fin
a la boca.


.ANA DEACRACIA MARTÍNEZ




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