PARA QUÉ
LA VIDA.
Pudo
bastar con una pregunta
para
autorizar o declinar la invitación
de mi
derecho a la vida.
Una simple
consulta.
El
bautismo es menos
y me
preguntaron;
el
matrimonio es menos y me preguntaron;
nadie -para
nacer- me tuvo en cuenta,
ni
siquiera escrutaron mi voto.
Me dirán
que no existía,
pudieron
inventar la fórmula,
era fácil
llegar a mí,
llegaron.
Estaba yo
con mi eternidad
sobrado de
todo
y me
nacieron
como un
compromiso biológico
responsabilizando
a mis progenitores.
Me rebelo,
les presento un llanto
de
impotencia,
pero ellos
sabían que me estaban condenando.
Para qué
la vida,
cuando me
arropaba la inconsciencia
en una
nada de perfección,
allá en
los infinitos espacios
de la
única verdad.
Para qué
la vida
es ahora
mi
protesta, ahora cuando les destruyo el sistema.
Rllanes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario