Soneto a Victoriano Diaz Corbacho
Con el consuelo de saber
que nunca será una despedida.
Nos acostumbramos a ti. La vida
te trajo a esta Onuba acogedora,
por tí brindó con mar y sal. Ahora
por irte nos agobia tu partida.
Nos dejas la amistad más que dolida,
tristes los pensamientos y las horas,
te vas porque los sueños te mejoran
la esperanza. Que sea bienvenida.
Recuerda, amigo, tuyo es el regreso
a la mar y al abrazo cuando quieras,
aquí estaremos en el mismo universo
que tanto te emociona y que te espera,
con la misma amistad y el mismo afecto,
con todo el corazón que merecieras.
Tus amigos de Gapyme. Huelva. Octubre/07.
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