RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

lunes, 16 de octubre de 2017

DEFINICIÓN ÍNTIMA


DEFINICIÓN ÍNTIMA

Me suelo levantar antes de las seis, hago mis ejercicios físicos, tomo un zumo de naranja y me echo a la calle a correr los veinte kilómetros diarios de rigor; un buen afeitado, una buena ducha, un opíparo desayuno de dos huevos fritos con jamón y más zumo de naranja, componen esa primera parte del día que se cierra con llegar al trabajo a las ocho menos cinco y dedicarle mínima atención a las tareas encomendadas. Las doce dan para todos, no solo para el ángelus, y toca tomarse el aperitivo que aguanta el hambre y sana las células más muertas, se fermenta la otra mitad de la mañana hasta la una y media, hora de entretenerse en “tomarse la tensión” en la bodega de siempre, volver al hogar con sentido inverso al horario marcado, registrarse en los módulos gastronómicos y sentarse sin ceremonia para degustar el esperado almuerzo.
La tarde -que tiene ese don inapreciable de la largura- da para dos horas de piscina, una hora de gimnasio, unos kilómetros en la cinta, la ducha, el aseo, la vuelta al aire, las tres horas de televisión para informarme y seguir adquiriendo conocimientos, la cena y la almohada, hasta la jornada próxima. Es, exactamente mi vida de todos los días, de todos los años, desde que puse en uso mi razón.
-¡Uff, dónde habré leído yo esto!.



 Ramón Llanes. 17 octubre 2017.

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