Ávila
Fernández, Julián
Nerva,
Ayamonte y Huelva.
LA
CIUDAD DE LOS ESTEROS
Ahora
te recuerdo, bella ciudad de plomo.
Color
gris de adoquines que cubrían los raíles de los monstruos
metálicos,
transportando
mercancías
desde
las aguas turbias que reflejan Bacuta.
Suelos
de grano claro
derramados
de los brazos de acero
que
se articulan férreos entre los camiones.
Los
transatlánticos dormitan en el seno del río,
hacia
la superficie plana que llega a los esteros
y
expele el profundo blancor del salitre ante el costado negro
que
cubre las cuadernas.
Y
tras la estela nívea que dejan los motores, sobre la “Maria Luisa”
que navega, solitaria y decisa, rompiendo el agua tenue,
veo
alejarse los márgenes del muelle
y
el olor calafate que ceden las orillas.
De la Antología HUELVA ES VERSO.
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