Jiménez Carrión, Laureano
Bollullos par del Condado
EL MAR DESDE EL PINO GRANDE
Macerada columna de mi asomo
hacia mi mar cuando me lo descuelgo de los ojos.
Ocricanela altivo desde el pie a los brazos
y bifurcado luego en plurales testigos
en un fanal de verdes y de agudas plegarias.
Paraguas de mi luz y de mi sombra,
pino verde, tu mar, mi ramillete
de esperanza, néctar de sueño y atalaya pura.
Pura como una copa vegetal que aflora
toda la luz que lleva dentro, tú, sin mirarme,
tú, sin comprenderme, pero calcas mi afán,
lo apuras como un jugo, y tomas la medida
a mis párpados, a mi dormido yo. Luego
lo elevas, lo fijas junto al mar,
mi deseado verde ondiondulante,
cuerpo de dios, azul definitivo
y me muestras la hondura, tamizada y tranquila,
de la luz que fenece con vómitos de rosa.
DE LA ANTOLOGÍA HUELVA ES VERSO.
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