PERDÓN ETA

PERDÓN, ETA

Perdón ETA porque aún existimos a pesar de tus innumerables intentos por aniquilarnos, porque algunos hemos sobrevivido a tu causa, porque nunca te aplaudimos cuando de manera precisa apretaste el gatillo de tu fundamentalismo y acabaste con todo menos contigo; perdón porque no tuvimos la suficiente capacidad para comprenderte, porque nunca nos entraron ganas de comprenderte. Perdón porque no hemos sido capaces de morir para alegrarte, porque no fuimos héroes para plantarte cara de armas, porque se nos agotaron todas las dosis de tolerancia y nos faltó instinto y nos sobró ética; perdón por manifestarnos en tu contra, perdón porque no hemos estado a tu bajura.

Perdón ETA porque nos dejamos morir a tantos, por no coger los fusiles, por no olvidarnos de ti, por no mandarte felicitaciones en Navidad; perdón por asistir con dolor y rabia a todos tus asesinatos, perdón por odiarte.

Perdón, ETA, -si me oyes, sin alguna vez me oíste-, si te importo, si no me conoces, perdón por haber apuntado en mi memoria todas tus muertes, perdón porque nunca seré capaz de indultarte; y perdón, sobre todo, por mi silencio de cuarenta y tantos años.

Ramón Llanes.