RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

miércoles, 14 de agosto de 2013


AQUEL QUE POR LAS NOCHES TE PERSIGUE


Al final me confundí, no sé si estuve en el concierto de Raphael en La Antilla o solo leí la crónica poética de Miguel Ángel Velasco, no lo sé. Con las canciones de este divo he besado y me he bailado la vida; con él la voz parecía redonda, con sus melodías la conquista se refugiaba en música. Estuve o no estuve significa algo más que vivir o algo menos que gozar. Lo hice, me convirtieron en oyente las palabras acertadas de la crónica.
No me sorprendió la conspiración de Miguel Ángel, acaso me sorprendió su entusiasmo. Dicen los esquemas sistémicos de la ortodoxia periodística que nunca se debe informar con pasión y que lo subjetivo no es norma; aquí no ocurrió así, la información llevaba una carga creíble de entusiasmo y una pasión lograda de la perspectiva del informante, que fue, a la misma vez, corchea que metáfora, hizo de ambas, sin desentonar, acariciando a las dos como se acaricia cuando se sabe. Intuyo que Miguel Ángel vivió la noche de Raphael en fase figurativa, extasiado, predispuesto a la dolorosa complicidad con la escena y pudo incluso no haber estado y haber escrito una crónica tan fogosa.
Me valió la noticia, escrita en “do mayor” y alegrada en sentimientos, para sustentarme la dulce melancolía de los poetas, la exégesis de esta existencia de hombres con llamador en el alma.
Me persiguieron los dos; me persiguieron Raphael con el recuerdo y Miguel Ángel con su tratado de comunicación; y me valió el día, como me hubiera valido la noche oyendo a uno y viendo escribir al otro. Una gozada.


RAMÓN LLANES. 11.8.2013. publicado en huelvabuenasnoticias.com

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