RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

lunes, 19 de agosto de 2013


ENREDOS

Hacer en verano un análisis imparcial sobre la actual situación política del país puede resultar apasionante o enredoso y quizá ni uno ni otro adjetivos convengan comprometerlos para tan rancio menester; huiremos de dichos tópicos. El cocedero político es alarmantemente llamativo en todas las esferas. Cada palabra del ejecutivo o cada interpretación, por ellos, de la realidad, es acusada por los ciudadanos como una bala directa al bienestar, provista de inconsideraciones inimaginables. Aquella noble función de gobernar, al faltar la imaginación -amén de otros ingredientes imprescindibles para la tarea-, se ha convertido en un enredo de vocablos más cercanos a la demagogia que a la ética.
Incluso aunque Rajoy tuviera razón, cuando ello ocurriera y comenzara a tener vigencia en la sociedad, se habrá llevado por delante un mundo estructurado que acaso solo necesitara de capacidad imaginativa para retocar los cuatro desafueros del engranaje. Gobernar en contra de la opinión de todos, del sistema y de los ciudadanos, es validarse como enemigo del elector.
Dicen del Presidente -lo habrán oído más de una vez-, que llegó al cargo exento de ambición lucrativa personal, que ya gozaba de su excelente remuneración como Registrador en Santa Pola y que está en el ejecutivo perdiendo dinero. Esto no lo debe utilizar un político si es verdad y mucho menos si es mentira, porque es una manera burda de usar privilegiada presión sobre sus no aliados, a fin de aparecer como bondadoso y eludir debates de mayor calado. Con argumentos así no se permite gobernar un país con problemas.
El verano nos da para pensar que estamos mermados de derechos, sin soluciones económicas, sin mandatarios eficientes capaces de resolver las exigencias que demanda la sociedad, hartos de enredos, comidos por las enormes tasas de desempleo, exactamente lo opuesto a las necesidades actuales y a los criterios de los expertos en macroeconomía.
Este hombre no tiene agallas ni capacidad para conducirnos, su equipo padece el mismo mal que todos los gobiernos de derecha, aquello del “tú o yo”, y el sistema se tambalea hacia el peor lado, de ahí que le propongamos al Presidente, con educación, que se haga un hueco en Santa Pola, se dedique a aumentar lícitamente su patrimonio y no vuelva a meternos en más líos. Más le valdrá.



RAMÓN LLANES 11.8.2013. Publicado en digitalextremadura.com

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