AL DÍA DE HOY
Cuento con los dedos los
días de sol que nos faltan, cuento los ratos de luz oculta, me he
quedado en tres; ahora que a poco hace que el año ha comenzado y ya
son tres las faltas que le puse a la luz. No he podido contar las
gotas de agua caídas ,fueron tantas que me perdí. Ahora me queda
por contarle a cada día su resultado de bienestar. Los niños
cuentan las bicicletas que pasan, las bocinas que suenan; los hombres
cuentan el dinero y poco más, los animales no saben contar, que yo
sepa, pero saben cuando tienen hambre y cuando alguien les acarician.
Las noches cuentan los grados de oscuridad y las estrellas que se
caen, la luna cuenta su órbita. Todos hemos aprendido a contar algo,
todos contamos la batalla del tiempo, la miseria, la agonía o la
soberbia; todos contamos los cuentos que llevamos grabados desde que
nos impusieron el orden. A más que quisiéramos no podríamos
olvidar todos los cuentos. Al día de hoy quizá todos los cuentos
estén contados más desde la opulencia que desde la armonía. Al día
de hoy me ha faltado emitir por este costado del aire, el cuento del
hombre pobre, lo había comenzado justo delante de esta hoja, luego
me resultó imposible ponerle título, luego me robaron las letras,
se fue la inspiración; la conformidad me inyectó esta manera de
formatear los cuentos, de forma que han quedado todos fuera de la
disciplina de la memoria y solo he sido capaz de traerme unas letras
cursivas, escritas en un blanco sin bordes, que , juntas, componen lo
que he quedado en llamar "sin título", como enigma sin
gracia para este viernes consentido en ser el espejo de la semana
gris que ahora acaba, como todas.
Ramón Llanes.
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