LA MAGIA
DEL VERANO
Este día tiene nombre inmenso porque inmenso en su tránsito
de luz, porque se renuevan en él casi todos los empeños y las esperanzas,
porque la magia se compone de una manera más nítida; parece que hoy todos somos
magos de algo, más soñadores, más solidarios, más adictos al amor. El día de
hoy, cuando la Iglesia celebra el santoral de San Juan, la naturaleza celebra
la expresión de luminosidad en el solsticio de verano, dando a entender la
culminación de una obra mágica donde los astros se ponen de acuerdo para
ofrecer la mejor sintonía de claridad.
El sol asistirá su alba temprano y pintará su ocaso tardío,
la luna estará en la expectación de sus movimientos, los hombres tendrán
motivación exultante para considerar la importancia de su existencia. Y así,
cada átomo libre de este compuesto sistema llamado universo, tendrá su día de
gloria para sufragar cualquier calentura de insonoridad que muestre el tiempo.
Es, cómo no, el comienzo de algo que sucede en cada inicio de estío para magnificar,
sin duda, la sensación de vivir.
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