RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

domingo, 6 de abril de 2014

MIRANDO ATRÁS


MIRANDO ATRÁS.



Por sana costumbre, miramos atrás, para analizar y recordar el pasado. Hoy lo hago, una vez más, porque es viernes y se me fue esta semana como otro soplo. Y observando de reojo el crepúsculo de este período de tiempo casi extinguido quiero mentirme y mentirte (ahora que me oyes) para comunicarte que Sadam resucitado y Busch envejecido, han firmado un acuerdo eterno de paz. Lo he visto en una televisión de cerca de las estrellas. Oí también tambores de armonía en los caseríos del Pais Vasco donde las armas callarán su voz y las calles volverán a ser palacio de todos y la violencia un ingrato recuerdo. Mis amigos estaban en plenitud de vida, aquellos que se fueron en un suspiro Benito, Jesús, Miguel Angel, Paco, Esperanza; amigos de siempre que volvían a la escena de la concordia como no hace mucho. Oí que los barcos grandes no naufragan en los paraísos de los mares y los hombres siguen rutas de felicidad a través del tiempo y del esfuerzo. Oí la canción sonora de la tierra allá en las nubes, un cohete que vuelve con siete tripulantes, un hombre que ama a una mujer, un sádico que no existe, un monje que se pasa el día rezando sin saber si su oración tiene sentido pero le hace feliz; oigo abrazos, abrazos que se oyen, palabras que se cantan, misterios que se comprenden.
Oigo que estás a mi lado cuidando mi debilidad, que me vienes a canturrear ternura a los labios, que no me mientes cuando me amas. Oigo que el destino me toca los dedos, nos toca, nos deja abierto el postigo de este fin de semana que ha de valer un imperio porque solemos amarnos. Oigo que no te he mentido, que no me he mentido, que esto no era un sueño. Oigo, oímos, que podemos comprobarlo mirando atrás y quedándonos con el corazón para que la próxima vez que miremos atrás la vida siga siendo un camino recorrido con televisiones que anunciaron toda la paz desde cerca de las estrellas.
Oigo, si me oyes, que también hoy nos recordamos el amor en dos bandas sin necesidad de santorales comerciales y que no puedo morderme la lengua y repetirte que te quiero.





Ramón Llanes

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