($).-
Contó el
emisario en síntesis
la
historia de un desengaño
y gastó
todas las palabras.
Contó la
insolencia de un olvido
y
sobraron todas las palabras,
contó la
emoción de un beso
y lloró
el emisario
y
lloramos, sin palabras,
los
dolientes, los besados,
hasta que
se inventó
otra vez
otro beso
y surgió
el emisario
con una
sonrisa.
Ramón Llanes
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