SIN DEJAR PASAR EL TIEMPO
A los incansables
peregrinos de Huelva.
A golpe de
caminos se va sucediendo la vida,
un eco por
aquí supone un resplandor inaudito,
un abrazo
por allí es un diamante,
un empujón
asusta a los malos presagios,
una
conspiración entre amigos supone un alivio,
otra década
más cumpliendo deseos,
la carroza,
el sombrero, las flores, las esperanzas,
el saberse
importante detrás de una misión,
aquello que
se ve a lo lejos y que siempre estuvo cerca,
la consigna
última antes de llegar,
los botos
bien puestos, el peinecillo cogido,
el paisaje
como norma y como estampa,
los niños
desperezando los juegos en la majada,
la noche, el
día, la piel en vilo, un trago, un cante,
las
casualidades, los besos, cualquier risa,
las
enseñanzas de las tardes caídas en los ojos,
todo lo que
espera, lo soñado,
la ilusión
cada vez más torpe queriendo llegar,
a golpe de
vida, a golpe de caminos,
el renglón
seguido de la tierra que acoge,
la meta
hasta el Peñón
con los
sueños cargados de Ella,
y antes y
después, sencillamente la vida amada.
Ramón
Llanes. Revista La Balsita 2019.
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