EL LAGUNAZO
El Lagunazo -que es una laguna grande o un lago con aires de grandeza- no es solo un lugar de agua, que allí se hizo vida de minería durante mucho tiempo, se practicó la búsqueda de manganesos y piritas, que allí vivieron muchos de los primeros pobladores de la historia reciente de Tharsis, allá por los finales del siglo XIX y principios del XX. Y no solo fue una mina, que también se conservó la curiosidad del asentamiento humano con una estructura arquitectónica en forma rectangular, perfectamente dividida por calles de piedra de la zona con una plaza central y amplitud sobrada para la estancia. El sitio es completamente llano, el cielo siempre se dijo por los antiguos habitantes que era más azul y también cuenta la leyenda que existe un tesoro escondido debajo de su tierra tal vez de ascendencia romana. Hoy sigue siendo un lugar bello, un campo abierto donde habitan los pájaros y donde esa armonía está amparada por una corta de mina como resquicio de su explotación anterior, por un viejo puente de construcción romana pero ya reforzado durante la década de los 60, por el inmenso pilón de agua hecho de piedra y en perfecto estado de salud estética y, cómo no, por el dique, siempre abasteciendo de buen agua a la agricultura actual. Amar aquellos pagos no es difícil porque expresan la función del tiempo en la naturaleza y la nostalgia del ser humano por su esbelta y preciosista estampa. A quienes allí vivieron -si alguno quedare- dedico estas letras con una miaja de ternura.
Ramón Llanes. Tharsis 30.11.20924
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