RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

lunes, 28 de octubre de 2013

MANOLO CADENAS (Elegía en prosa)


MANOLO CADENAS


Para mi amigo Manolo Cadenas
con todo afecto, a pesar del tiempo
transcurrido desde aquel día.


Cincuenta y ocho años es solo casi media vida y se te fue de las manos como un suspiro, haciéndote tú a la idea de los próximos capítulos como si nada de eso fuera contigo. Imagino que te habrán quedado muchos relatos por terminar, muchas partes de tu “pico del halcón”, mucha investigación aún sobre Tartessos y sobre todo mucha entrega dentro, muchas ganas de seguir compartiendo vida y mucho de todo.
Quienes se aventuren a decir que todo ha terminado para Manolo Cadenas desconocen la prolongación de la existencia y tienen poca experiencia en esto. Aparte de términos religiosos o dogmas a creer, tú sabes que el baúl que dejas tan repleto de emociones y escritos son también signos inequívocos de vida y quizás ahora conozcamos al Manolo tímido y reflexivo que nunca muchos tuvieron ocasión de hallar.
De ahí que la despedida sea corta como los adioses con prisa y que los tuyos te tengan como el mes pasado o como siempre. Es así Manolo, no puede tener otro remedio u otra consecuencia. Qué curioso ¿verdad?, de la vida a la muerte y de la muerte a la vida. O será que nunca se muere uno del todo.
Y conste que me resultó raro que tú fueras el óbito. Precisamente tú que nunca lo habías querido, que nunca te lo habías propuesto y que nunca te dio por alardear de protagonismo ante tan ritual tontería. Y conste también que intentamos disminuir el dolor a los tuyos, estuvimos un manojo bueno de los amigos que creímos en ti, algunos conocidos y nadie que te odiara. No concebí aquello como una despedida eterna, ya te lo dije, me pareció que te encontraríamos en cualquier lugar de Huelva, mañana, o pasado en Tharsis con perdices de reclamo o cuidador de canarios o en alguna rendija de las que gozabas.
Morirse nunca estará de moda, Manolo, por eso nos coges descuidados y nos sorprendes. O quizás se va perdiendo también la moda de vivir o es que nos estamos acostumbrando a las medianías, eso de medio vivir, medio morir. Pero te has llevado un sinfín de paisajes tuyos, las verdades tuyas y las ternuras, los abrazos, las armonías de tus palabras cuando se entendían y cuando se dudaban, las pasiones por tus cosas más amadas y por tus seres más queridos.
Pero aparte de todo te confieso que te admiro por tu globalidad. Incluso confieso que te tengo por hombre de buena voluntad y que allá quienes no hayan podido o no hayan querido llegar a esta conclusión, aunque creo que no es lo más importante. No es mala suerte, Manolo, que te hayas ido; sería peor que lo hubieras hecho para siempre. Un abrazo.

Ramón Llanes 19-7-98   

No hay comentarios:

Publicar un comentario