RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

miércoles, 23 de octubre de 2013

SOBRAS.

SOBRAS.
 
 
          El cuidado con esmero se practica para las cosas que nos son imprescindibles y útiles, por naturaleza o por convicción; el detalle del cuidado con los elementos innecesarios se practica, también con esmero, como si fuera un desastre su pérdida o deterioro. Sobran cosas; muchas cosas a las que se presta atención sobran y otras nunca debieron ejercer convivencia en esta guarida en la que nos encontramos no por casualidad o sí por casualidad, ¡qué importa¡. Una lista de sobrantes hace cada uno en el armario y llama al cero ochenta y uno de turno para que pase el camión de medianoche y lo convierta en basura pero en la sociedad no se utiliza este sistema tan limpio. Las sobras nacen, crecen, se reproducen y nunca mueren; no se evitan, se les aleccionan, se les conservan, se les conceden notas de importancia, ¿por qué?.
          Fabricar ese listín de lo menos necesario aquí en concreto, en esta ciudad concreta, daría un resultado sorprendente; sobran demasiadas cosas, sobran demasiados elementos, demasiados esquemas, demasiados cargos, demasiados tabús, demasiados demasiados, sobran. Parece que el basurero está lejos, que cuesta llamar al camión, que ¡total¡, que ya estamos hecho a aceptarlos. Aceptarlos es lo de menos, lo peor es encumbrarlos.
          Aquí propondríamos nombres de sobrantes, seríamos austeros, quedaríamos a mitad de camino. Desde otras ópticas cualquiera sería capaz de aumentar el montón. ¿Sobran, quizá, hipocresía, o envidia, o políticos, o famosos, o cobradores, o concursos de tv, o copias de películas a lo americano, o películas americanas, o gorras americanas, o fantasías americanas, o franquicias americanas?, ¿sobran horas de tv y partidos de fútbol y xenofobia y guardias de tráfico y altos cargos y altos sueldos y desempleo y aprovechados y dogmáticos y miserias?, ¿o acaso nada sobra y todo es necesario?, ¿o acaso faltan raciones de todo esto?, ¿o acaso no sobran droga y malestar y odio y dolor y desamores y movidas y tarjetas de crédito y móviles y juzgados y presos y malditos y maldecidos y medicamentos y guerras?.
          Pues nada sobra, todo es aceptado sin empujones ni traumas. Entraron la mayoría por la puerta pequeña y se han ido haciendo hueco en una sociedad laxa, aferrada a la cantidad. No es protesta, no lo haría de esta manera. La lista nunca se cierra porque caben infinidad de sobras más, el camión circula vacío, nada tiramos.
          No trataba de concienciar ni de hacer discurrir siquiera, era tarde de otoño y quería pasar por alto las inmensas carencias de mi sociedad porque me daba pudor y vergüenza, hice, entonces, este comentario inútil para entretenerme.
R.Llanes. otoño 2013

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