INSPIRACIÓN.
Siento
defraudar, la inspiración no existe, se agotó por el olvido. Existe la bacanal
de la impertinencia, existen los favores, el miedo a nada, la desocupación.
Existen conspiraciones sin necesidad, pero falta inspiración. Distingo aún un cántaro
de una piedra, mañana posiblemente serán la misma cosa o también lo serán
comodidad y desorden o desidia y odio. El tedio es un pozo lleno muy
solicitado, la inspiración un concepto sin indulto, longevo como la tierra
misma, perdido como la razón. Me equivoco, han dicho que profetizo desde una
moralidad caduca, lo dudo, tampoco soy notario de esta sociedad, no la observo
toda, no la bebo.
Inspiración
para saber comprender si las elecciones son necesarias, si los candidatos son
los adecuados, si el sistema responde a las espectativas de vida, si el
federalismo es una pantomima, si la izquierda está en su posición, si el
insulto es una virtud o un defecto, si lo llevará al poder su ironía o su
honestidad, si sobran carreteras y faltan pantanos, si las campañas sirven para
dar a conocer el programa o para descalificar al enemigo, si están bien
manoseadas las pensiones y las cifras del paro, si ellos saben ya que nadie les
cree. Inspiración para hacer una lista en un cuaderno y relacionar los lugares
que están autorizados para pegar los carteles y respetar paredes, contenedores
y propiedades privadas; inspiración falta para exponer con realidad exclusiva
la sensatez, para saber acercarse al ciudadano también cuando se le necesita,
inspiración que falta por supuesto para no creerse ombligos de un mundo
dominado por su propia voluntad, inspiración para tener la capacidad de
reconocer errores y corregir, inspiración para tener vergüenza.
O
quizá todo fuera producto de la inmadurez; a sociedad inmadura, ciudadanos
inmaduros, ya se sabe donde está la culpa. Entonces falta madurez para sentarse
con honestidad en un puesto del que no se tiene ni idea, para resolverle los
problemas a los demás desde una posición de servicio, madurez para ser aliado
del ciudadano y nunca su enemigo, madurez para opinar, para elegir la mejor
opción que mejore lo público, madurez hasta para presentarse a las elecciones.
Inspiración
y madurez, no desarrolladas con la primavera. Inspiración para votar o para
reivindicar el derecho a que no vuelvan al ruedo los mismos toros o que no haya
toros o que ni siquiera haya corridas y que la gente se divierta de otra forma,
sin acoso.
Ramón Llanes.
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