RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

sábado, 12 de enero de 2019

UNA VIDA EN EL TRANSCURSO DEL AIRE


UNA VIDA EN EL TRANSCURSO DEL AIRE

 

Nací en un descuido del destiempo
y al llegar ya no estaban Cervantes ni Góngora,
sus ausencias me limitaron el trance de vivir en la inspiración.
Encontré sus libros escondidos y sus versos rotos.
De Lorca no me hablaron,
de Miguel Hernández dijeron rojerías,
de  León Felipe contaban odio,
de todos apenas extrañas referencias
y muchas prohibiciones.
Me conformaron con otros,
con militares valientes que habían conquistado
tierras a base de metrallas y saqueos,
me insultaron las ideas de la búsqueda
con glosas de oro al sistema opaco
hasta que me creyeron adepto,
hasta que temieron apropiarse de mis sueños.
Una parte del destiempo
me unieron a Juan Ramón por culpa de otro desatino
y fuimos coetáneos en arritmias, líricas y locuras
sin que observaran mi consentido desliz,
era torpe el promedio burlón del medio absurdo,
corrían las fugas de pensamientos
y se escaparon con ellos ilusiones y rebeldías
en el transcurso del aire.
Me libré del refugio primigenio
y volví a las andadas de la búsqueda
y encontré a Neruda adormecido
haciéndole versos tristes a la noche,
me tropecé veces y veces con mi Juan Ramón nítido,
pusimos juntos crisol al diezmo, amparo al pinar,
hondeamos la arboleda en sus páramos
y en sus soledades.
Dejadme invocar a mis dioses,
les dije por penúltima vez
y volvieron a desoírme y les renegué con símbolos
versificados como si quisiera prenderlos
en un poema y quemarles las cadenas perpetuas
en los viejos lagrimones de malvados.
Ahora soy una parte de mis dioses
y a ellos cultivo en los remiendos que pongo
a estos versos que más parecen una vida.
 
                Ramón Llanes. 9 enero 2019

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