ATRÁS 47 VECES
Mi concepción del fútbol -como todos los hechos atractivos de la vida- es su belleza y si para la consecución de la victoria es precisa la renuncia a lo bello, el acto de jugar pierde uno de los elementos principales de su entusiasmo; ahora se incumple la regla y el pase atrás -que tanto afea- se consiente hasta considerarse dentro de la normalidad. En el último partido, uno de los equipos -concretamente el que vestía de blanco- jugó la pelota 47 veces atrás, hacia el portero, rompiendo así la utilidad además de la belleza. De nada sirvió el empleo de este sistema, el equipo perdió y ganó quien añadió empuje, ansiedad por ganar, pasión -todo eso conforma la belleza- y emoción. Hacia atrás ni para coger carrerilla, lo dicen las leyes de las valentías. Quede dicho por si acaso.
Ramón Llanes. 6.12.24
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