RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

domingo, 15 de diciembre de 2024

TRES VECES LA VIDA

 

TRES VECES LA VIDA

(Prólogo al libro de Cristóbal Llanes

COSAS DE CALAÑAS 1)

 

 

        A través de una preocupación por el orden, que se convierte con el tiempo en una patología con pasión de por medio, llega el autor a un enfrentamiento de combate con la misma historia que aquí pretende desmenuzar; batalla también con su interior porque la finalidad de la obra, -pareja con el fin de su propia existencia- sobrepasa lo que es el estudio etnográfico de su lugar amado y viene a ocuparle, con razón, la mayor parte del espacio que posee para configurarse como ser humano en la sociedad a la que pertenece.

        Nada, ni una pizca de su dilatado proyecto de vivir se le ha ido del conocimiento, ni un ápice de costumbre, dato, detalle o advocación le ha ocupado su olvido. Todo lo tiene agasajado en la memoria y ahora se acerca con su virtuosidad a rescatarlo para dotar a unas páginas en blanco de un misterio inconmensurable que es la historia de Calañas, en partes, en trozos definidos, en evocaciones a lo místico y a lo lúdico con la maestría de un orfebre y la sensibilidad inalcanzable de un músico. Él responde a esta llamada del tiempo con este glosario de acontecimientos inauditos que forjarán el patrimonio y enriquecerán el estudio de la identidad.

        Es una Trilogía de aconteceres que saca de lo insondable consideraciones cuasi empíricas capaces de modificar para muchas personas el sentido sentimental o natural de las cosas, que tal vez después de leer esta importante obra puedan cambiarse los conceptos anteriores y en otros casos pueda comprenderse mejor el por qué de la interpretación que los sucesos ha dado a lo transcendental, a lo sutil o a lo rutinario, de eso se trata. Porque es una obra para adquirir conocimientos o ampliarlos, para entretenerse en párrafos o en festejos, para sonreír o soltar una lágrima, para formarse una idea nueva de lo primigenio o para saltar de alegría y satisfacción por agrandar el orgullo que por la tierra se siente.

        Si en efecto la obra se acerca a esa formulación el autor habrá conseguido alcanzar la meta diseñada y disfrutará a conciencia de haber contribuido con ella a estimular a su estudio y acabar el tejado de Calañas en el más amplio sentido del término, esa es la pretensión unívoca, es la filosofía de cualquier tratado que utilice a la historia como elemento imprescindible para la formación de los pueblos y para que el cuidado por el carácter, la idiosincrasia, el humor, la devoción, la economía, la fortaleza, la formalidad y todos los aspectos que han hecho la vida de esta o de aquella manera estén protegidos por quienes son, han sido y serán sus protagonistas necesarios. En esta obra está planteado así, con la sencillez de un autor que se centra en la documentación que con celo ha guardado y con más celo y entusiasmo ahora la pone a disposición de su pueblo; es un acto de lealtad, de generosidad y de entrega, hecho para donarlo con su pasión, por amor al arte de amar a su pueblo desde las más insignificantes a las más sublimes entretelas.

        Son tres veces la vida en este edificio espiritual hecho a pespuntes y sobrehilado con la artesanía que a su estirpe significaran los sastres que en tan largo tiempo constituyeron la esencia que se refleja en este terno a medida que, con la mesura y el talento de un excelso investigador de costumbres, acaba exponiendo la historia, las tradiciones, los hijos ilustres, la influencia de lo religioso, la Virgen, las Hermandades, el folclore, la gastronomía y lo público y lo privado, como si de un traje único se tratara.

        Calañas es un edificio con buenos cimientos antropológicos, su humanidad y su talante le prestigian, sus advocaciones le distinguen y sus emociones expresionistas son valores tenidos en cuenta; Calañas es también una mitología de raigambre bien distribuida y mejor conservada; la identidad es claramente definitoria, los ritos y los temples destacan en la fisonomía, todo está hecho en Calañas a nivel ético, esa es su grandeza, ese es el edificio que esta obra destapa para bien de los curiosos que sepan verse reflejados en ella y para quienes deseen meterse hasta las entrañas en este universo de genialidades llamado Calañas.

 

Ramón Llanes.

 

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