RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

domingo, 26 de enero de 2014

A REGIDOR.


A REGIDOR
Con motivo de su despedida del Social Uno.


Amigo Regidor, habrás observado que se te ha marchado el tiempo entre autos y ejecuciones como si la vida fuera solo un camino de labor y tareas. Y aquello que hace mucho te pareciera infinito, acaba hoy. El apremio llega a su fin, el ejecutante es el propio tiempo y tú haces de ejecutado por hoy. Esta ejecución, lo advierto, no tiene recurso; y para tu conocimiento advierto también que te devolvemos al lugar de donde partiste hace un montón de años.
Su señoría firma esta ejecutoria quizá con más placer que si para mí fuera. Porque es su placer, es nuestro placer, que la hora que te concede el tiempo sea hora de júbilo, de bienestar, de familia y de dedicación general a quienes más amas y más te aman. Pero este manojo de funcionarios, profesionales, secretarias y jueces que has conocido en esta larga existencia, conservarán de tí las delicadezas, las sonrisas, el buen trato y la cordialidad ofrecida y se olvidarán de aquellos momentos que fueron aciagos, que han sido muchos menos.
Regi, aquel día que te enfadaste conmigo sirvió para consolidar más nuestra buena relación y para mejor respetarnos. Desde entonces cambiamos nuestra armonía, nos hemos tratado con más afecto y se esfumaron los posibles fantasmas de los malos entendidos. Tú has sido hombre bueno, de buenas entrañas y amable. Te recordaremos.
Tus compañeros, que te han tratado más de cerca, también se quedarán con buen sabor de boca, no lo dudes. Jueces y secretarios y secretarias que han pasado por tu vida, nunca te apremiarán el júbilo con desencanto, le pondrán un interés completo accesorio para colaborar en tu futuro estado de confort.
Y hoy, que es tu día último en esto de autos, recursos, ejecuciones, mandamientos y otras veleidades de un juzgado de provincia, hoy te conviertes por tal razón en protagonista de tu vida y también de la nuestra. Estás aquí solo para que te dejemos miel y meloja en halagos. Y yo, sin erigirme en portavoz providencial del personal que te agasaja, pongo tu nombre con mayúsculas en la mesa que hoy desocupas; y te refiero como hombre de bien y de honor que se sustanció el deber con su mayor empeño. Y, amigo Regi, permíteme que te transmita nuestro agradecido afecto.


Ramón Llanes. 4 febrero de 2013.

No hay comentarios:

Publicar un comentario