RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

jueves, 6 de febrero de 2014

DE TRANCES




DE TRANCES.


El momento del calor, trance crítico, el soplo adquiere velocidad deseada que a veces ni llega al cuerpo, como la música de los idearios del elenco de tramoyistas que pueblan el estío o aquella manera de amar que le pones a mis ojos, todo es un éxtasis. Quizá no pueda más vivir en rutina, en complejo de caricatura siendo busto, en trance de creer que lo alcanzable es solo lo real, la mediocridad de lo material convertido en un pozo, en una canastilla para llenarla de recuerdos o en un bostezo; lo alcanzable es lo deseado, lo hemos conformado ya en la extensión de nuestros diálogos.
Hasta que vuelva la razón, que no se queda en verano, estaremos esperando las aventuras de las tardes entre la arboleda de los sueños, caminos de anhelos y placer, peldaños de escaleras que suplantan la tierra por algo más que lo cotidiano; es el trance de estar, de acercarnos, de convertirnos en corazón al jadear de un paraíso que es horizonte de tránsito. En el trance, también, de pensarte, de pensarnos, de cerciorarnos de nuestra existencia, de no frenar los halagos y de dedicar la creación a encontrarnos. Ya vuelvo, la noche no es obstáculo, ya vuelvo.
Y el último trance acaba cerrando los brazos en torno a ti, nosotros por un lado abierto del círculo, nada reparamos, somos caldo de equilibrio, somos la voluntad y se nos hace corto el tiempo; los espacios tienen fuego de espera y son más cortos cada vez, a lo cercano siempre existen una mirada y luego un beso que son el delirio del trance.


Ramón Llanes. 5.08.05. 

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