MARZO DESEANTE

MARZO DESEANTE.

Sigo aquí, acosado por la mente,. en este agujero de líquenes, cieno y melancolías mendigando el amor o el desprecio de ti o del marzo deseante que domina el universo, sigo tartamudeando tu nombre, por pudor a destrozar el recuerdo

o por miedo a desvíar tus desatenciones, invento mordiscos, perforo la tierra, atravieso las paredes que te esconden y atosigo tu vida con mis poemas. No se me permite llegar a tu cara, a mirarla, a tocarla, no se me permite saludarte con efusión, no se me permite desenterrar los besos, nada me está permitido que alerte tus emociones de ahora y sigo aquí acosado por la espera sin portal donde apoyar la vista, sin tierra donde descansar la sangre, aquí desapoyado y cansado de toser, practicando la paz y en guerra el sentimiento. Muchas cosas no he logrado y pierdo la crecida del agua en los inviernos, cuando es marzo deseante y ha bajado el sol más de la cuenta, estoy aquí, atravesado por la vida y solitario de esperanzas, carcomido y endémico, intentando renacer de esta última ceniza de fuego que no arde, solo tú me ardes el pensamiento. No he logrado desposeerme de tu mito, o eres la divinidad que no comprendo

o no existes en mi alcance de mortalidad pero no he llegado a preñarte de nanas y caricias, escurridiza ilusión odiosa inalcanzable. Ya no te pediré la cita, me iré, con la insolencia de haberte amado como hombre y lo escribiré en la hoja de un otoño sin historia.

R. Llanes. 16.3.03.