RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

jueves, 13 de febrero de 2014

LA VOZ NUEVA DE LA TIERRA

LA VOZ NUEVA DE LA TIERRA.

La tierra enseña. La tierra es la fuente perdurable de la inspiración en el cante y en el poema, la musa que anda por los aires nuestros pregonando quejíos. Y así surge la palabra nueva hecha quinteto en un aleteo de mar, espuma clara o arena inquieta, surge como la llaga de la tarde hace el color en el horizonte. No hay palabra nueva que se resista a la voz y contraste lo cotidiano con lo sublime para, al final, no tener necesidad de discernir o elegir entre uno y otro concepto. La voz nueva es la cara fresca del futuro, con ojos de fandango, con manos de fandango, con espacios de fandango en la punta del alma. Todo, una creación de fandango, con vida, universo, emociones, calor, liturgia; todo alrededor de un delirio.

Ellos nacieron de la tierra, pisaron la tierra, el humedal, la solana, el surco, los escoriales, surgieron de la tierra, emergieron como canción a sones de la guitarra del tiempo templada en el tres por medio de sus convicciones y sabiduría. Ellos conocen la calentura de la tierra y la tocan con la voz nueva, con esos labios que abrasan el verso y lo regalan al aire ya moldeado y limpio, desgranado y valiente; luego llega con la misma delicadeza a los sitios del corazón y es alabado, dulcemente alabado cuando deshace un oscuro y prolonga un pellizco. Ellos son de la tierra o son la misma tierra, con voz y música.

La voz tuya que me llega, niña, o la expresión tuya que me quedo, niño, el cante sin partir, sin recorte, que me siento, niños, cuando está la palabra en las nubes, tienen un mensaje de juventud imposible de eludir. La voz importa, importan los mundos de la voz que van sometidos a la fuerza de la tierra; importan los quebrados sueños, la filosofía de los versos, el sentimiento que produce. La voz sobrada tuya, niña, el cante que me aplicas, me hace los nudos en las tiras de la piel; la voz nueva, la tuya niño, con esa novedad sin nostalgia, me libera de todo lo anterior y pienso que eres de la tierra, sois granos de tierra, piedra, garantía. Y creo en la voz nueva y la escucho y me hago razón para nunca sobornar la sutileza.

Ramón Llanes.

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